El colapso del techo del Estadio Juan Francisco “Cheo” López de Camuy: una llamada urgente a la acción

El colapso parcial del techo del Estadio Juan Francisco “Cheo” López de Camuy, ocurrido el 23 de septiembre de 2025, constituye una alarma inaplazable para establecer normativas estrictas de inspección rutinaria en las estructuras. Estas inspecciones deben ser más frecuentes y rigurosas en instalaciones de alta ocupación, como lo son los estadios. Afortunadamente, no hubo víctimas en este evento, pero no debemos esperar a que ocurra una tragedia para actuar.

Cabe recordar que el 12 de mayo de 2023 ocurrió un colapso similar en el techo del Estadio Sixto Escobar del Municipio de San Juan, en el área del Escambrón. El evento de Camuy debe considerarse como una segunda llamada de alerta.

Lo más preocupante es que ambos eventos no ocurrieron bajo cargas extremas, como un sismo o un huracán, sino bajo cargas de servicio (las cargas cotidianas que toda estructura debe resistir sin daño alguno). Esta estructura estaba presupuestada para ser rehabilitada, lo cual implica que podía fallar incluso ante cargas menores. La clave del análisis debe ser por qué llegó a esta condición.

Se trata de una estructura de acero, material propenso a la corrosión, localizada a tan solo unos 1,500 ft (aproximadamente 460 m) de la costa. La cercanía al mar, con su alta concentración de sales en el ambiente, acelera los procesos de deterioro. Las imágenes presentadas en las Figuras 1 a 3 muestran la localización, el colapso parcial y el estado avanzado de corrosión de los elementos de la cercha (en algunos casos con pérdida total de la sección transversal, desconectando al elemento del resto de la estructura).

Figura 1: Localización del Estadio a unos 1,500 ft (460 m) de la costa (Google Maps)

Figura 2: Vista del colapso parcial del techo (El Nuevo Día)

Figura 3: Detalle del estado de corrosión de los elementos (El Nuevo Día)

Las inspecciones estructurales rutinarias son esenciales para detectar el inicio de problemas y permitir la toma de medidas de mantenimiento preventivo o correctivo que mitiguen los riesgos, prolongando así la vida útil de las edificaciones. En este caso, según datos obtenidos de fotos aéreas, el techo tenía alrededor de veinte años de antigüedad.

Este evento, unido al lamentable colapso de la discoteca Jet Set en República Dominicana, nos impulsa a recomendar de manera inmediata lo siguiente:

Requisitos normativos y profesionales

• Adoptar códigos de inspección y mantenimiento aplicables a todas las construcciones.

• Asegurar que el código contemple todo tipo de edificaciones, con especial atención a las esenciales y de alta ocupación.

• Exigir que las labores de inspección sean realizadas por personal capacitado, con procesos de revalidación y licenciamiento.

• Garantizar que las labores de construcción, reparación o mantenimiento sean ejecutadas por personal cualificado y debidamente licenciado.

• Establecer una normativa para contratistas que incluya requisitos de formación y examen de reválida, similar a la de otros profesionales de la construcción.

• Implementar protocolos claros de cierre de instalaciones cuando se detecten riesgos estructurales, con comunicación efectiva entre todos los involucrados en el uso de la edificación.

Buenas prácticas de diseño y mantenimiento

• Realizar inspecciones de edificios multipisos cada 10 años, o menos según su edad y localización.

• Inspeccionar instalaciones de alta ocupación (como coliseos o discotecas) cada 2 a 5 años, según tipo, edad y localización. En casos como el discutido, cada dos años por tratarse de una estructura de acero poco redundante y expuesta a un ambiente altamente corrosivo.

• Incorporar en todo diseño de edificio una guía de mantenimiento para orientar al propietario.

• Diseñar nuevas edificaciones con opciones de terminaciones que, según el costo inicial, impliquen diferentes requisitos de mantenimiento, siempre enfocados en extender la vida útil de las estructuras.

Conclusión

Los esfuerzos de mejora en la construcción deben orientarse hoy al control de calidad de los procesos constructivos y al establecimiento de rutinas periódicas de inspección y mantenimiento. No debemos esperar a que ocurran tragedias para actuar: la prevención, el mantenimiento y la inspección son la base de la seguridad estructural y de la protección de vidas humanas.

Imágenes tomadas de El Nuevo Día https://www.elnuevodia.com/deportes/beisbol/fotogalerias/en-imagenes-colapsa-parte-del-techo-del-estadio-de-beisbol-de-camuy/